Dogmática reformada es aclamada por el editor John Bolt como bíblicamente y confesionalmente fiel, pastoralmente sensible, desafiante y aún relevante. Esta obra maestra del renombrado teólogo holandés Herman Bavinck, cuya traducción al inglés fue ampliamente popular, ahora está disponible en esta edición abreviada en un solo volumen en español.
El Dr. Bolt es profesor de Teología Sistemática en el Calvin Theological Seminary y ha ejercido como pastor durante varios años. Es miembro de la Sociedad Holandesa de Traducción, que ha realizado la nueva traducción.
¿Quién fue Herman Bavinck?
Herman Bavinck fue hijo de Jan Bavinck, un predicador de la Iglesia reformada neerlandesa, una comunidad caracterizada por una profunda piedad, un cristianismo práctico, y una teología reformada y ortodoxa tradicional.
Herman fue un estudiante extraordinariamente talentoso que escandalizó a su propia iglesia cuando enroló en la facultad de teología tan moderna de la Universidad de Leiden, de donde obtuvo su doctorado, y donde escribió una disertación sobre la ética del reformista suizo Ulrich Zwingli. Como estudiante, se familiarizó mucho con la obra de Abraham Kuyper, el reformador de la iglesia, periodista y hombre de estado, que influyó tanto en la vida de los Países Bajos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Ambas figuras enseñaron teología: Kuyper en la Universidad Libre de Ámsterdam, y Bavinck en la Universidad Teológica de Kampen de la iglesia de la Secesión, y a partir de 1902, fungió como sucesor de Kuyper en la Universidad Libre. Mientras que Bavinck se desempeñó como servidor público en el senado del parlamento neerlandés, él era considerado el “teólogo de teólogos” dentro del movimiento neocalvinista. Su más grande obra, la Dogmática Reformada, es notable por su sólido fundamento bíblico, su incorporación de la larga historia de la interpretación bíblica y la formación del dogma en la iglesia, y porque continuamente aborda preguntas modernas de las ciencias naturales y del entonces nuevo campo de la psicología.
¿Cuál es la misión y el papel de la Sociedad de Traducción Neerlandesa en la traducción de las obras de Bavinck y de otros teólogos?
Ciertamente, Bavinck era el único con la suficiente importancia para justificar la traducción de su obra magna completa de 4 volúmenes. Es imposible entender el desarrollo de la teología reformada neerlandesa del siglo XX –Berkouwer, Van Ruler, Hendrikus Berkhof, entre otros– sin un conocimiento cercano de Bavinck.
Sigue siendo nuevo y relevante porque se tomó muy en serio los desafíos intelectuales y sociales de la modernidad. Muchas de las interrogantes de su tiempo en Europa siguen inquietándonos hoy en día, y él nos brinda una guía sólida.
Nuestra Sociedad de Traducción es una empresa verdaderamente ecuménica que obtiene apoyo de al menos cinco iglesias distintas de la tradición reformada. Bavinck es una de las pocas figuras de las que todas esas iglesias buscan obtener dirección.
Este proyecto de traducción tomó casi una década para completarse. ¿Podría describirnos el proceso? ¿Cuál fue su función dentro del proceso de traducción y edición?
Cuando comenzamos el proyecto, contábamos con los recursos suficientes para traducir un segmento de la Dogmática Reformada. Aunque todos estábamos muy entusiasmados con la traducción, en realidad no sabíamos si la gente lo iba a comprar. Por eso comenzamos moderadamente. Comenzamos con la sección de escatología, que es el cuarto volumen, debido a su extensión y a la actualidad del tema que trataba. El resultado es The Last Things: Hope for This World and the Next, publicado por Baker en 1996.
Ese volumen tuvo un buen recibimiento. Tuvimos benefactores muy generosos, por lo que después produjimos la sección sobre la creación, que es el segundo volumen: In the Beginning: Foundations of Creation Theology, que Baker publicó en 1999.
En ese momento, el apoyo estaba creciendo lo suficiente y pudimos comprometernos con la traducción de los cuatro volúmenes completos. El último se publicó en 2008. John Vriend fue el traductor del texto. Yo recibía los manuscritos conforme él iba completando su trabajo, y entonces me dedicaba al trabajo de edición.
Mi trabajo editorial consistía en modernizar el aparato crítico para que estuviera a la altura de los estándares del siglo XXI. Eso implicaba recopilar la información bibliográfica completa, revisar las versiones y las ediciones, y cuando era posible, sustituir con texto en inglés los puntos donde Bavinck había citado texto en holandés o en alemán –por ejemplo, La fe cristiana, de Schleiermacher.
Estoy profundamente endeudado con la lista de los estudiantes del Calvin Theological Seminary , cuyos nombres aparecen al principio de las bibliografías de cada volumen. Ellos revisaron las ediciones, descubrieron publicaciones desconocidas, y mucho más. Mi trabajo editorial final consistía en redactar los subtítulos internos de cada capítulo, en los casos en que estaban ausentes en el original, y en preparar un bosquejo de cada capítulo para ayudar a que el lector pudiera explorar los argumentos más extensos.
En la introducción al Prolegomeno de Bavinck, en el primer volumen, usted dice que “la Gereformeerd Dogmatiek representa el punto culminante de cuatro siglos de reflexión teológica notablemente productiva en la Reforma neerlandesa, incluyendo a Voetius, De Moor, Vitringa, van Mastricht, Witsius, y Walaeus”.
¿De qué manera Bavinck reflexiona y desarrolla el sistema teológico de sus predecesores?
Solamente hace falta echar un vistazo a las notas de pie en la Dogmática Reformada para descubrir lo bien que Bavinck conoció y empleó esa tradición. Sin embargo, él la superó gracias a su deseo de apelar al impulso religioso universal que hay en todos, y de ese modo conectó ese impulso específicamente con el evangelio cristiano. Si estudiamos cualquiera de los loci, podemos ver que generalmente parte de un punto; por ejemplo, parte del sacrificio como una realidad religiosa general en la humanidad, y desde ese punto la conecta con la revelación cristiana. Es ese movimiento lo que lo distingue como un teólogo verdaderamente moderno, interesado en dialogar con las interrogantes modernas.
La teología de Herman Bavinck está cercanamente relacionada con la teología de Abraham Kuyper.
¿De qué manera se relaciona Bavinck con Kuyper y con otros contemporáneos reconocidos? ¿De qué manera se distingue de Kuyper?
Kuyper fue el líder del movimiento del renacimiento del calvinismo, que ayudó a reformar la iglesia y orientó al grupo ortodoxo reformado de los Países Bajos para que se convirtiera en una fuerza cultural, social y política desde finales del siglo XIX hasta el siglo XX. Los escritos, los discursos, y la profesión de Bavinck respaldaban por completo a este movimiento, pero su mayor contribución fue la del académico cuya labor eclesiástica y teológica se convirtió en el origen de la mayoría de los sucesos en las iglesias reformadas neerlandesas del siglo XX. Kuyper fue el dinámico comandante de un ejército, a veces autoritario y nunca vacilante; Bavinck fue un modesto e incluso tímido y retraído individuo que siempre buscaba lo positivo en los argumentos de sus oponentes para incorporarlo a los suyos.
La publicación de la nueva traducción de la Dogmática Reformada de Bavinck ha recibido reseñas favorables por parte de destacados teólogos e historiadores reformados de todo el mundo. La edición digital disponible en Logos ha atraído mucha atención. Recibíamos preguntas semanales de ansiosos usuarios que estaban esperando la culminación de este proyecto.
¿A qué se debe este renovado interés en Bavinck que hemos visto en los últimos años?
La razón es que es muy bueno, ¡en verdad!
En los últimos años también hemos visto un interés renovado en la teología reformada en general. ¿Cuál es su opinión sobre este suceso? ¿Cuál es el futuro de este resurgimiento reformado?
Me encanta leer lo que están escribiendo estas personas, porque son atrevidas, graciosas, y muy directas. Calvino siempre será relevante, porque ni siquiera las personas seculares pueden ignorar su importancia. No obstante, la fe reformada –calvinista– es una fe confesional –ligada a una tradición eclesiástica–, y a pesar de los destellos ocasionales de interés que estamos viendo ahora, el hecho evidente es que el cristianismo confesional está teniendo un mal momento debido al excesivamente voluntarista ethos religioso de Norteamérica.
Además de las dos décadas en que usted se ha desempeñado como profesor de teología sistemática, también ha servido como pastor de dos iglesias, y sigue predicando y enseñando regularmente.
¿Por qué es importante que los pastores estudien a Bavinck? ¿Cuál es la importancia de la Dogmática Reformada para el ministerio pastoral de hoy en día?
En mi labor como académico, es evidente que Bavinck se ha vuelto el eje alrededor del cual desempeño mi trabajo –mi labor académica está llena de Bavinck y más Bavinck. Pero no solo es en términos formales. Más importante aún, el contenido del pensamiento de Bavinck y el método de su teología también me han moldeado profundamente. Bavinck tenía un ojo agudamente sensible a la revelación de Dios en el mundo creado y en la guía providencial de la historia humana y las culturas. Él veía claramente el modo en que la búsqueda humana por el perdón, por el significado, por la reconciliación, y por la verdad son consecuencia de que fuimos creados a la imagen de Dios, y es por eso por lo que están permanentemente presentes en todas las búsquedas religiosas del ser humano.
Acerca del libro “Dogmática Reformada” de Herman Bavinck
Los teólogos han apreciado durante mucho tiempo la obra maestra de cuatro volúmenes de Herman Bavinck, Gereformeerde Dogmatiek, publicada entre 1895 y 1899, por su tratamiento integral de la teología dogmática. Desafortunadamente, esta obra maestra del gran teólogo reformado había estado disponible solamente en holandés y, luego en inglés por largo tiempo, haciéndola casi inaccesible para la mayoría de los lectores. Ahora, en este único volumen abreviado esta obra esta a la disposición de público hispanohablante.
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