En mis días en el seminario, una vez escuché a un profesor decir, arqueando las cejas y con voz susurrante: “Dios es absolutamente inmutable en su esencia y absolutamente mutable en su esencia”. Hubo un suspiro colectivo entre los alumnos, como si todos hubieran pensado, “qué profundo”. Yo quería decir: “No, eso es ridículo, es un disparate”. Pero si alguien tiene suficiente educación y está en una posición de autoridad en el mundo académico, puede hacer declaraciones absurdas y la gente se irá impresionada por lo profundas que parecen. Pero es profundamente absurdo decir que Dios es absolutamente inmutable y absolutamente mutable al mismo tiempo y en la misma relación. Ni siquiera alguien que tuviera todos los grados académicos del mundo podría darle sentido a esa afirmación. Es una verdadera contradicción.
R.C. Sproul en ¿Qué es la Trinidad?
En una ocasión, un profesor de Teología propia señalaba a sus estudiantes que, infortunadamente, si preguntamos a amigos creyentes cuál es el concepto correcto de la Trinidad en el cristianismo, probablemente 9 de cada 10 cristianos, muy píos, amantes del Señor Jesucristo y bien intencionadas harán afirmaciones rayando en un alejamiento de la ortodoxia. Por otro lado, algunas veces los incrédulos parecen creer que hay una contradicción patente en el concepto cristiano de la Trinidad, puesto que—afirman ellos—el cristiano cree que Dios es tres personas y una persona, o bien, el cristiano cree que Dios es tres dioses y un Dios, y tres no puede ser uno, porque violaría el principio lógico de la no contradicción, el cual afirma que nada puede ser A y no-A al mismo tiempo y de la misma manera. En su librito ¿Qué es la Trinidad? el Dr. R.C. Sproul expone maravillosa, sucinta y sistemáticamente algunos elementos fundamentales para entender con mayor profundidad qué es la Trinidad, cuáles son algunas de las herejías de antaño contra las cuales los cristianos han combatido valerosamente, y cómo tiene sentido la doctrina de la Trinidad a la luz de la razón humana y, especialmente, a la luz de las Sagradas Escrituras. Por consiguiente, me permitiré esbozar brevemente los cinco temas generales que el Dr. Sproul analiza en esta fenomenal obra teológica.
Exposición de los temas principales
En primer lugar, el apologista Sproul explica que en el cristianismo siempre se ha afirmado categóricamente que no hay sino un solo Dios creador (Gen. 1:1; Dt. 6:4; Jn. 1:1-3; Mr. 12:20-23). Esta exposición resulta ser fundamental, porque la doctrina de que los judíos siempre han creído en un solo Dios ha sido atacada por algunos estudiosos liberales. Sin embargo, el profesor y teólogo desmiente esta hipótesis falsa, afirmando que desde el principio se ha creído en el monoteísmo con base en la revelación bíblica, y que es una creencia perfectamente compatible con la doctrina de la Trinidad.
En segundo lugar, el Dr. Sproul habla de la justificación bíblica que la doctrina de la Trinidad tiene, tanto a la luz del Antiguo como del Nuevo Testamento. En este sentido, nos enseña el profesor dos principios fundamentales. El primer principio es que la doctrina cristiana fue una revelación progresiva, es decir, que Dios fue revelándose paulatinamente a su pueblo hasta el cierre del canon. El segundo principio es que el Antiguo Testamento se interpreta sobre la base del Nuevo Testamento. En otras palabras, sin el Nuevo Testamento, el Antiguo Testamento no se entiende completamente; y, sin el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento no puede explicarse plenamente.
En tercer lugar, el Dr. Sproul nos enseña algunas de las herejías que se han suscitado a lo largo de la historia de la Iglesia. Así pues, nos da una explanación sobre la naturaleza de herejías como el triteísmo (tres dioses), el modalismo (tres fases de Dios), el monofisismo (una naturaleza en Cristo), el nestorianismo (dos personas en Cristo) y el adopcionismo (que Dios creó a Cristo y que luego lo adoptó como su hijo). Finalmente, señala algunas de las respuestas que dio la Iglesia en el Concilio de Calcedonia.
En cuarto lugar, Sproul explica algunos conceptos sumamente relevantes para comprender la Trinidad en toda su magnitud. Algunos de los conceptos más importantes para entender las formulaciones históricas del dogma de la trinidad son “persona”, “esencia”, “existencia” y “subsistencia”. Aunque a veces se utilizan estos conceptos de forma intercambiable, es menester apuntalar ciertos matices sin los cuáles nuestro entendimiento de la doctrina de la Santísima Trinidad será deficiente.
En quinto lugar, el Dr. Sproul responde aguzada y perspicuamente a algunas objeciones que se esgrimen contra la doctrina de la Trinidad. Hace una distinción muy interesante entre contradicción, paradoja y misterio. Así pues, señala que esta doctrina no es una contradicción (A y no-A), pues Dios no es un Dios de absurdos y contradicciones, ni es una paradoja una vez que se analiza con cuidado. Habiendo descartado esas dos opciones, cabe afirmar que la doctrina de la Trinidad—aunque no sea una contradicción (porque se afirma que Dios es un solo Dios en su esencia y tres personas)—es indudablemente misteriosa y trasciende el entendimiento humano (Cf. Deut. 29:29). Es decir, aunque entendemos que la doctrina no es una contradicción, ésta no se puede entender plenamente en virtud de nuestra finitud.
Reflexiones finales
Podemos, entonces, concluir con el profesor Sproul que, si bien la doctrina de la Trinidad no es contraria a la razón, sí va más allá de la razón. No por nada exclamó Job lo misterioso de Dios:
Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza. (Job 42:3-6)
En alguna ocasión, escuché al pastor Timothy Keller señalar acertadamente que el cristianismo es demasiado racional para ser misticismo, pero es demasiado misterioso para poder reducirse a mero racionalismo. Por consiguiente, el libro ¿Qué es la Trinidad? del Dr. R.C. Sproul es una lectura requerida y recomendada para cualquier cristiano comprometido que busque profundizar en su fe el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
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