Imagínate que has entrado a la librería cristiana para agregar unos cuantos buenos títulos a tu biblioteca, y a la entrada te topas con un gran rótulo que anuncia: “¡Gran remate, todos los libros con descuento de hasta 85 %; oferta válida solo por un día”. Con esto, seguramente cambiarías de idea de comprar solo un par de libros para aprovechar la oferta y llevarte toda una biblioteca, pues este tipo de remates simplemente no se dan todo el tiempo, y si acaso suceden, son para libros que no se venden.
Pero días como esos son la realidad cotidiana en Logos, pues dentro de nuestras bibliotecas el valor de un libro promedia un 15 % del costo real. ¡Corrección!: 15 % del costo real antes del descuento. Así es, sí a eso le agregamos el 30 % de descuento, como es el descuento actual de lanzamiento de Logos 10, el precio se encoge aún más.
Algunos titubean al ver la etiqueta del precio sin considerar el valor de lo que se están llevando. Para muchos cristianos hispanos, Logos es todo un nuevo mundo. Un pastor latino promedio tiene una repisa modesta de 30 títulos, si acaso. Pero ahora con Logos 10 puede hacer realidad su sueño en términos de importantes volúmenes en su biblioteca y decenas de recursos más, y no tan solo libros aislados en PDF. Porque Logos no se trata solamente de libros, sino que es todo un sistema de contenido bíblico alimentado por libros y bases de datos, para que tanto líderes, pastores y maestros tengan acceso a “conocimiento bajo demanda”. Lo que necesites, en el lugar y momento que lo necesites, ¡Logos lo tiene! Esta es la razón por la que nuestros usuarios no se refieren a Logos solo como una “biblioteca”, sino que para ellos es ¡una tremenda herramienta ministerial! Se tenía que decir y lo digo: Logos aporta valor a la vida y ministerio cristianos más alto que el de su precio.
Hace tiempo fui a una conferencia para hacer demostraciones de Logos. De entre todos los asistentes, noté a un individuo que tenía un aspecto diferente a los demás, pues por su indumentaria parecía recién salido de alguna jungla. Para mi sorpresa, sus ojos seguían la demostración sin perder detalle. Pero me sorprendió aún más que de todas las personas presentes en la demostración, quien menos imaginaba, fue este caballero el que tuvo el interés de adquirir una biblioteca Logos. Y más sorprendente todavía, al día siguiente, llegó al stand y plantó frente a mí 700 dólares en efectivo y se llevó la biblioteca que había demostrado. Este pastor venía de Guinea Ecuatorial, la única nación en África de habla hispana.
Esta fue la lección que aprendí aquel día: el precio no es el valor real del recurso, sino el aporte sustancial que Logos da a la vida ministerial. Si realmente valoras el estudio de la Biblia, estoy seguro que no verás tan solo el precio al actualizarte a Logos 10 o adquirir por primera vez tu biblioteca Logos de las varias opciones que hay, sino que el valor de tu inversión será para ti que este equipamiento te permitirá ser más idóneo en el ministerio.
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