
Una vez fui a una conferencia bíblica que fue de muchísima bendición para mí. En esta conferencia aprendí bastante y conocí personas muy amables, que amaban al Señor y reflejaban su carácter en buena medida. Sin embargo, cuando les estaba explicando qué era el Software Bíblico Logos, y les comenté que éste me permitía acceder a una cantidad muy impresionante de comentarios bíblicos. Para mi sorpresa, muchos de estos creyentes, que reflejaban el carácter de Cristo tan intensamente, no tenían una idea de a qué me refería, por lo cual tuve la oportunidad de explicarles que un comentario bíblico es, grosso modo, un análisis (realizado por eruditos bíblicos) exegético, hermenéutico, histórico y contextual de los pasajes contenidos en las Escrituras. Ahora bien, mientras que probablemente es más importante vivir una vida cristiana abundante en santidad que ser un intelectual sabelotodo, es mi firme convicción que no podemos dejar de lado el estudio arduo y apasionado de las Escrituras y la teología. En otras palabras, el cristiano tiene tanto el deber de estudiar a profundidad como el deber de ponerlo en práctica para que su santidad, por gracia de Dios, pueda ir en aumento.
Comentario Bíblico
Ahora bien, con relación a la parte teórica e intelectual de la vida cristiana, un comentario bíblico bien cimentado puede traer iluminación profunda y una potente aplicación a la vida del seguidor de Jesucristo. Un comentario que a veces ha sido ignorado por algunos clientes es el Comentario de la Biblia Nueva Jerusalén. Este comentario ha sido escrito por eruditos y exegetas bíblicos del más alto calibre, lo cual se manifiesta en la lectura de esta magna obra. El comentario analiza múltiples libros de las Escrituras, haciendo especial énfasis en la exposición sistemática del contexto en el que vivía el pueblo de Dios en un determinado tiempo, su literatura, sus costumbres y su historia en general. De igual forma, este libro hace un análisis—a veces implícito y otras veces explícito—de los idiomas originales en los que la Biblia se escribió, con el fin de profundizar más en el entendimiento de lo que los autores inspirados quisieron decir en su contexto histórico y lingüístico.
Conclusiones
Por lo tanto, cualquiera que guste del aprendizaje más profundo—ya sea para utilidad personal o la utilidad del ministerio o la iglesia en la que uno ministra, debería comprar este comentario bíblico para analizar con mayor profundidad la Palabra de Dios. ¿Acaso uno no puede simplemente leer la Biblia sin más? ¿Acaso Martín Lutero no argumentó a favor de la interpretación privada y personal? Sí, estos cuestionamientos son totalmente válidos. Es decir, es completamente cierto que cada quien puede leer las Escrituras y, con la ayuda del Espíritu Santo, entender el mensaje básico de salvación. Esta es la doctrina de antaño de la perspicuidad de las Escrituras. No obstante, también es muy importante señalar lo que Pablo afirma en la epístola a los efesios:
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. (Ef. 4:11-13, énfasis mío)[1]
En otras palabras, mientras que todos podemos leer la Biblia, Dios, en su infinita gracia y misericordia, nos ha dado maestros que nos muestran con más profundidad lo que las Escrituras enseñan claramente.
El Comentario de la Biblia Nueva Jerusalén (20 vols.) es uno de estos ejemplos. Exhorto a todo creyente serio a que obtenga este recurso, pues será para la edificación de la Iglesia de Cristo:
[1] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Ef 4.11–13.
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