Si yo pensara que soy un excelente maestro de Biblia, del tipo de hace que la gente esté sentada al borde de sus sillas, del tipo que también es capaz de poner el tarro de galletas en la repisa de abajo y hacer que hasta los niños se interesen, ese pensamiento fue destruido cuando mis propios hijos se hicieron demasiado viejos para tener devocionales familiares (a los 2 años de edad). Nunca has visto niños tan aburridos, niños logrando nuevos y poderosos niveles de aburrimiento. Confieso que esta situación causó no poco nivel de frustración en mí. Nada prueba mi santificación más que intentar promover la suya.
¿Pero de qué me sirven todas esas cosas que aprendo acerca de la Biblia en mi extensa biblioteca en mi Software Bíblico Logos si no le puedo enseñar nada de eso a las tres personitas a las que amo más en este mundo? Y en Navidad, siento una presión extra: bastones de caramelo, regalos, y Rodolfo (el reno) son divertidos, pero ¿cómo explicito la maravilla y la emoción acerca de lo que en realidad estamos celebrando, una de las verdades cristianas más preciosas, la encarnación?
Después de prueba y error, y error, y error, y error, y darme por vencido un par de veces, ahora ya he estado teniendo “Tiempo de Biblia” con los niños con una consistencia razonable por un rato. Esto es lo que sé.
Usa imágenes
Mis dos hijos mayores, de seis y de cinco años, aman leer. Aman que se les lea. Ellos escucharán un cuento—incluso sin imágenes—por media hora y estarán rogando por más. Pero ellos no escucharán porciones de la Biblia sin imágenes. Con tan sólo una imagen para mantener su atención, lo harán, y la harán bastante bien. Honestamente no sé porqué éste es el caso; pregúntale a un psicólogo infantil. Creo que mis hijos son normales. Yo no los “culpo” por esta necesidad.
No me culpo a mi mismo ni un poco. He escuchado que otros padres logran leerles el texto bíblico directamente a sus hijos, incluso que empiezan en Genesis y acaban hasta Apocalipsis después de uno o dos años. Quiero que mis hijos escuchen la Biblia directamente, no sólo la versión pre-masticada de la Biblia. Sin embargo, cuando intenté algo así como una lectura con ellos de inicio a fin, fallé. Siento que tengo que esperar hasta que sean un poco mayores. Por ahora, no me atrevo a olvidar utilizar una imagen. (Incluso confesaré que ocasionalmente uso los maravillosos videos del Bible Project (Proyecto de la Biblia)).
Mantenlo increíblemente breve
Idealmente, las familias cristianas se deleitarían en pasar una hora cada noche leyendo las Escrituras, cantando salmos, y orando juntos. Recuerdo que en los días de Richard Baxter estaban haciendo esto en su ciudad de Kidderminster. No tengo la sabiduría para saber porqué esto no es una realidad para mí hoy por hoy, pero simplemente no lo es. Tal vez eso es exactamente lo que debería estar haciendo. Pero mis entrañas y/o consciencia me dicen que una hora en la noche sería demasiado peso para mis hijos. No quiero violar el mandato de Cristo de “dejar que los niños” vayan a él. Temo el poner un peso tan grande en ellos que ni yo mismo pueda levantar—¿qué tan a menudo yo paso una hora de mi tiempo libre en la noche en ejercicios devocionales?
Un amigo mío aún resiente los devocionales que su (fuera de eso, excelente) padre insistía en tener con su familia a regañadientes. Dado ese conocimiento, comencé los devocionales familiares cuando los niños eren pequeños con una duración aproximada de 15 minutos. Eso ha disminuido a alrededor de 5, pero estoy feliz de continuar hasta 10 o 15 si los niños están interesados.
Al principio peleaba con los niños, los amenazaba y persuadía de llegar a la parca de 15 minutos. Pero eso sólo me ponía (confesiones verdaderas) muy molesto hasta el punto en que ya no quería hacer devocionales familiares. Ahora—y abrazo la sabiduría de los lectores—mi meta principal es hacer algo la mayoría de las noches. Y he encontrado que una pequeña disminución de mis expectativas ha eliminado casi por completo la necesidad de amenazas y persuasiones. Mis hijos en realidad disfrutan el Tiempo de Biblia; tal vez podamos seguir construyendo sobre esta base. Mis metas son las de llenar las cabezas y, con la gracia de Dios, mover sus corazones. Así que ese disfrute es la clave.
Encuentra una hora que funcione en verdad,
y apégate a ella.
Suena muy poco espiritual, pero lo que primordialmente he hecho que ha traído el mayor nivel de éxito es simple: encontré la hora que en verdad funciona para nosotros y me apegué a ella.
Los niños, los míos por lo menos, se sienten a salvo en la rutina. Les he leído un cuento para dormir a mis hijos cada noche por prácticamente sus vidas conscientes enteras y me di cuenta de que “después de la cena” o “durante el desayuno” son más bien muy variado periodos de tiempo, mientras que la hora de dormir es a la misma noche todos los días. Caí en la cuenta de que para alcanzar el éxito tenía que ligar mi tiempo de Biblia familiar con esta roca en nuestro horario diario.
Así que leemos una historia juntos, y entonces sacamos un Biblia para niños (con imágenes) y les leo un poco. Después cepillamos nuestros dientes, canto canciones de cuna separadas, y hago una pregunta de cualquier tipo. Entonces ZZZZZ. El tiempo de Biblia es parte aceptada de nuestro horario estándar. Tú sabrás que has alcanzado este punto cuando se le olvide una noche y sus hijos protesten espontáneamente.
Hazles a los niños una pregunta para recordar.
El devocional bíblico familiar que estoy llevando incluye dos o tres preguntas breves después de cada lectura. A veces ellos recuerdan las preguntas (el nivel más bajo de la taxonomía de Bloom), y esto es totalmente apropiado: quiero saber si mis niños han entendido los detalles de la historia o el pasaje que acabamos de leer.
Procesar los hechos básicos de una historia es un paso importante; es el primer paso hacia la confianza y la obediencia de ese pasaje.
Hazles a los niños una pregunta de entendimiento.
Pero no quiero parar ahí—no sería dejar a mis hijos venir a Jesus si estuviera satisfecho con simple memoria. Quiero ir por lo menos al siguiente paso de los pasos de Bloom: el entendimiento. La Biblia que estoy utilizando me ayuda a hacer esto. Pero siempre estoy feliz cuando los niños lo hacen por sí mismos, justo como lo hacen una vez que la discusión ha comenzado. Ellos pueden a veces hacer preguntas profundamente buenas. Eso es muy satisfactorio, incluso cuando tengo que tengo que elevar una rápida y silenciosa oración por sabiduría, porque no sé con total certeza cómo responder. Ocasionalmente Papá Todopoderoso dice, “No lo sé. Voy a investigarlo.” Eso está bien, incluso es bueno.
Hazles a los niños una pregunta de aplicación.
También, idealmente, ayudo a los niños a aplicar la Biblia en sus vidas—para que vean cómo su autoridad debe de funcionar para ellos. Esto no es siempre posible o incluso deseable. He concluido que es aceptable que la aplicación de ciertos pasajes sea “saber este hecho de la Biblia.” No tengo que relatar la historia de Jonatan y su lacayo directamente a sus vidas ahora mismo. Es suficiente el que esté construyendo una historia de la Biblia y señalándole a los niños poco a poco a este Profeta, Sacerdote y Rey al centro.
Ora
Haz que tus hijos oren. Pídeles de antemano que oren por una cosa arriba y más allá del bonche de frases que comienzan a llenar sus oraciones antes de que lo sepas. Hasta les he pedido que oren de nuevo, como de práctico: “Cariño, ora por algo que quieres que Dios haga por alguien que amas. Inténtalo de nuevo.”
Solía estar nervioso por hacer a mis hijos orar, porque no quería presionarlos en un tipo de hipocresía espiritual. No quería entrenarlos para que hablaran con un Dios al que no amaban y en el qué no creían. (E incluso ahora, si alguna vez expresan poca disposición para orar, no los presiono—porque ¿qué hacen las oraciones forzadas para un alma pequeña?)
Pero he concluido que Deuteronomio 6:6-7 sabe mejor de lo que yo sé. Aunque no dice específicamente que les enseñe a mis hijos a orar, sí dice que no debo tener una cosmovisión neutral (como si eso fuese posible) mientras los educo. Me guste o no, estos niños me tienen como su papá y van a ser moldeados por mi amor por el Señor y la Biblia. Creo que esto significa enseñarles disciplinas espirituales, nos sólo verdades intelectuales—porque la fe bíblica está diseñada tanto para ser incorporada en prácticas como para ser recibida como una lista de doctrinas.
Termina con una canción.
Déjalos alternar para que escojan una canción.
Cantamos la Doxología hasta el final prácticamente en cada tiempo de Biblia (“Adora a Dios de quién fluyen todas las bendiciones…”) Pero a veces también dejo que los niños elijan una canción. Les gusta. Mi trabajo principal es recordar de quién es el turno, para que no el tiempo de Biblia no se convierta en UFC.
Uno de mis pastores solía componer pequeñas canciones bíblicas para sus hijos. Él tomaba un versículo directamente de la Escritura, ponía un tono en ella, y la enseñaba a los niños. Cuando comenzó un ministerio semanal de niños y adolescentes pobres del cuál yo era parte, él les enseñaba esas mismas canciones. Ahora hay cientos de jóvenes (hasta los 30 años) en Greenville, Carolina del Sur, quienes conocen un montón de versículos bíblicos que ellos no sabrían sin ese ministerio, y por esas canciones. Me recuerdo a mi mismo que debo enseñarles esas canciones a mis propios hijos…
Usa una Biblia de fácil comprensión.
No sabes cuánto y por cuánto tiempo he batallado con la pregunta de qué traducción de la Biblia leerles a mis hijos. No estoy asumiendo que esto le importa a alguien, pero puede que encuentres edificante un poco de lo que he pensado al respecto.
Por un lado, quiero que mis hijos entiendan lo más posible de la Biblia. Mis dos hijos mayores, como lo he dicho, les gusta leer; pero no hay duda de que la NTV sería más fácil para ellos en distintos lugares que la NIV o la CSB (Christian Standard Bible), ni mencionar la ESV o la NASB. No quiero poner una barrera lingüística innecesaria entre ellos y Jesús.
Por otro lado, mi meta al leerles la Biblia no es meramente una meta presente sino una meta para su futuro. Quiero que ellos tengan lo que yo tengo: memoria de palabras bíblicas obtenidas de una vida entera de exposición a la Palabra. Crecí con la RVR, y hasta este día, después de 15 años que he pasado leyendo otras traducciones (aunque generalmente usando la Reina Valera para la exégesis), cuando cito la Biblia, la Reina Valera es la que sale de mi boca. Mi sentimiento personal es que mis hijos sean suficientemente buenos verbalmente para que se salten la NTV. Soy un explicado nato; sé que cuando no “entienden” una palabra en una traducción literal. Por lo tanto, me detengo hasta que ellos hayan comprendido. (También yo a veces hago que una traducción se más fácil sobre la marcha, un habito que he obtenido al usar la Reina Valera.)
Usa este consejo para la Llegada de Jesús
(su nacimiento)
Uno de los cuentos bíblicos para niños que hemos utilizado es el tesoro de historia y redención, El Cuento Bíblico de Jesús. Se me informa que tiene precisamente 24 historias desde la creación hasta el nacimiento de Cristo. Una por noche hasta navidad. Perfecto.
Id y Probad y Errad de manera semejante
Amo a mis hijos muchísimo. Es super, súper genial verlos crecer y aprender. Encuentro particularmente sus crecientes habilidades lectoras fascinante. Pero ser padre es lo más difícil que he hecho, mucho más duro que los exámenes doctorales y que cuando tuve que pasar la frontera entre Estados Unidos y México sin Identificación. Frecuentemente siento como que necesito inyecciones de sabiduría. No soy el mejor modelo para devocionales familiares. Puedo orar porque el Señor bendiga mis pobres esfuerzos y para que mis hijos se desarrollen relativamente bien a pesar de mis errores. Que lo humillen a uno es bueno.
Pr Armando Mayor says
December 7, 2017 at 11:41 amMuy buen método para los niños. Gracias y muchas bendiciones
Alejandro Olivares says
December 7, 2017 at 1:35 pmMuchas gracias por compartir sus experiencias de una forma tan honesta! Nos alienta mucho mas en nuestro trabajo con nuestros hijos. Bendiciones
Marcos Gómez says
December 7, 2017 at 3:59 pmSaludos Alejandro,
Estamos para servirle, Bendiciones!.
Héctor Anibal Pérez Morales says
December 16, 2017 at 3:13 amGracias hno. por tú sinceridad y ser muy vulnerable al compartirnos lo que has vivido. No cabe duda que Dios a venido a enseñarnos al momento que Él vino hacerse niño, y como bien lo dijo Jesús en Mateo 18:2-5.
Muchas gracias por estos consejos, me siento identificado y gracias porque me has inspirado a continuar con lo que he emprendido con mis pequeños..
Saludos.
Paz y bendiciones.