Navidad es un tiempo lleno de luces, emociones, regalos y reuniones, pero para la iglesia cristiana evangélica, su verdadero significado y su énfasis debe trascender las festividades culturales. Este período del año ofrece una oportunidad única para proclamar la centralidad de Jesucristo en el plan redentor de Dios.
Una oportunidad para compartir el mensaje con los necesitados
No es oculto que durante esta temporada del año, muchas personas se sienten motivadas a participar de los servicios navideños, a veces por curiosidad (¿Cómo celebran la navidad los cristianos?), a veces por algún tema emocional. Así que, nuestra responsabilidad delante del Señor debe llevarnos a la exposición de un sermón navideño, que más allá de centrarse en el nacimiento de Cristo, exalte la encarnación de Jesús como una declaración del amor y la fidelidad de Dios hacia la humanidad (Juan 1:14).
Es real: La Navidad no siempre es una época de alegría para todos. Muchas personas enfrentan retos económicos, pérdidas familiares, conflictos personales e incluso emocionales durante estas fechas. En este contexto, la exposición de la Palabra a través de un buen sermón tiene el potencial de ser un bálsamo para el alma, una esperanza viva que consuele y transforme el alma de los necesitados. Proclamar el nacimiento de Jesús como el cumplimiento de las promesas de Dios no solo es un acto teológico, sino pastoral.Jesús es el príncipe de Paz que puede traer consuelo y esperanza eterna al necesitado (Isaías 9.6) Un sermón en estas fechas no debe evitar conectar temas como la restauración, el perdón y la fidelidad de Dios, muchas veces estas luchas son reales de los oyentes.
Por estas razones un sermón navideño efectivo requiere meditación, oración, preparación intencional y una comprensión clara de las Escrituras. Es nuestra responsabilidad evitar reducir el sermón a una mera exposición moralista o anecdótica. El punto central no puede ser el atacar las tradiciones festivas, no podemos distraernos con eso, debemos concentrarnos en exaltar a Jesús como el cumplimiento de las profecías, el Salvador del mundo y el fundamento de nuestra fe.
Sobran los ejemplos en la Biblia para proclamar la buenas nuevas acerca de Jesús, la obediencia de María y José o la adoración de los pastores, deben presentarse de una manera que conecten con la realidad actual como la obediencia en la incertidumbre o el gozo en la adoración.
Una oportunidad para llevar la teología a la práctica
Recordemos que más allá de lo que podamos lograr al desmenuzar un texto bíblico en nuestro sermón, un gran valor se encuentra en: “¿Cómo hemos de vivir entonces?”, es decir, debemos incluir aplicaciones prácticas que ayuden a nuestra congregación y visitantes a trasladar el mensaje del pesebre al día a día.
Un buen comentario bíblico o algún otro recurso de alta calidad teológica, en conexión con el Software Bíblico Logos puede enriquecer el mensaje y aumentar la eficacia del sermón al proporcionar contexto histórico, social, político y claridad exegética de un tema tan relevante como la encarnación de nuestro Salvador.
Sermones temáticos sobre Jesús y los Evangelios, de John MacArthur, Predicando a Cristo desde Génesis: Fundamentos para sermones expositivos y la Colección Buenas Nuevas (3 vols.) son algunos de los recursos sobresalientes que podrás consultar en esta temporada para poder desarrollar un sermón navideño que supla las necesidades de tu audiencia, cumpliendo con el llamado que el Señor te ha hecho.
El sermón navideño no es el todo de esta temporada, muy pocas veces lo entendemos así, pero un buen sermón es solo una parte de un viaje de crecimiento espiritual continuo. Para los creyentes, muchas veces esto significa una renovación en su compromiso con Dios. Para los visitantes, el sermón navideño puede ser la chispa que encienda una búsqueda espiritual más profunda.
El sermón navideño es una oportunidad invaluable para proclamar la gloria de Dios en la historia de la redención. Que Dios nos ayude a recordar que el impacto de este mensaje no termina en diciembre; es un llamado a vivir a la luz de su venida todos los días.
Al profundizar en la Palabra de Dios, no solo crecerás espiritualmente, sino que también estarás mejor preparado para compartir el evangelio con otros, no solo en Navidad, sino durante todo el año. ¿Qué esperas para comenzar este viaje hacia un entendimiento más profundo de la fe? ¡Invierte en tu crecimiento espiritual y prepárate para ser un instrumento eficaz en las manos de Dios!
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