Durante estas épocas tenemos la oportunidad de interrumpir nuestras atareadas agendas para poder reflexionar en aquel pesebre que albergó a la persona más gloriosa que ha existido en la historia. Se trata de un bebé único. Un bebé que al mismo tiempo era un recién nacido y el padre de la eternidad, hombre pero a la vez era Dios, un bebé que era pobre pero al mismo tiempo rico en gloria. Un bebé que siendo impecable vino a convertirse en el sustituto de nuestro pecado.
Tal persona requiere que nosotros lo hagamos el fin de nuestro estudio, es decir, que en nuestra vida tengamos como meta poder conocerlo más.
Es por esto que en Logos nos sentimos felices y bendecidos, sabiendo que cada día trabajamos para poder producir recursos que te permitan profundizar en el conocimiento de esta gloriosa persona en quien tal como el apóstol Pablo decía “están escondidos los tesoros de todo el conocimiento”.
Esta navidad te desafiamos a que Jesús no sea un “mero ornamento” en tu arbolito, sino que sea el centro de tu adoración, el centro de tu celebración. Que no se quede fuera de tu celebración como se quedó fuera del mesón en aquellos tiempos, sino que el venga a ser aquel quien es celebrado.
De esta manera no solamente tendrás una feliz navidad, sino una bendecida navidad, este es el deseo de Logos para ti y tu familia, al mismo tiempo que agradecemos el apoyo que nos das para poder continuar produciendo aquellas herramientas que nos permiten conocerlo mejor.
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