Para los que nos gusta la doctrina, reservamos para la repisa principal los gruesos tomos de teología y relegamos los comentarios a un segundo plano. Pensamos que estos solo sirven para aclarar el significado de versículos individuales, sin aportar mucho a la doctrina. Nada puede ser más equivocado. Hagamos uso de una ilustración para describir la correcta relación entre el comentario y la teología.
La teología es el guiso terminado, el resultado de seguir una receta paso a paso para que resulte en un platillo suculento. Pero no olvidemos que aun la receta del más reconocido chef nada es sin sus ingredientes. Y los ingredientes no solo son elementos que componen algo, sino un conjunto de mezclas que cuando se combinan de cierta manera, resultan en la obra maestra culinaria.
Un tomo de teología sistemática de calidad está compuesto de un conjunto de mezclas de teología recogidas de diferentes libros de las Escrituras. A estas mini-teologías es a lo que se le llama “teología bíblica”. La teología bíblica se diferencia de la sistemática en que se lleva a cabo por separado en cada libro de la Biblia. De manera que para elaborar una teología pura, no solo debe de ser extraída de la Biblia, sino también de su contexto original, y además se le debe atribuir el sentido específico de ese libro, para así evitar importar el sentido que al mismo tema se le da en otros libros de la Biblia.
En resumen, una teología bíblica es el perfecto matrimonio entre un comentario y una teología sistemática. El comentario expone la porción bíblica mediante la exégesis, y la teología comienza a sistematizar la información extraída sobre cada tema incluído.
En Logos tenemos un recurso que hace las dos cosas a la vez. El Comentario Evangélico de Teología Bíblica expone porción tras porción de cada libro, mientras que recoge los diversos temas que se forman y los sistematiza. El resultado es una mejor perspectiva de la teología, pues permite ver en cada libro los grandes temas teológicos que motivaron y movieron al autor a escribir de la forma que escribió. Por ejemplo, la teología subyacente en las epístolas pastorales incluye:
- Misionología
- Pedagogía bíblica
- Doctrina propia de Dios
- Cristología
- Pneumatología
- Eclesiología
- Vida cristiana
- Escatología
El Comentario Evangélico de Teología Bíblica nos proporciona muestras de doctrina aplicada a las circunstancias del autor y sus destinatarios. Y no podemos escatimar este punto, pues mientras que la teología sistemática se percibe teórica y abstracta, la bíblica es intensamente práctica, es una vitrina que exhibe la relevancia de la doctrina en la práctica de los santos.
El Comentario Evangélico de Teología Bíblica aporta vida y color a la doctrina. Es muy diferente estudiar el tema de “escatología” en un tomo de teología, siendo que Pablo lo utilizó para advertir a la iglesia del peligro de “los últimos tiempos”, máxime que sentía que estaba llegando al final de sus días y que debía dejar instrucciones claras y advertencias para que la iglesia sobreviviera en su ausencia.
Por esta y otras razones, no debemos considerar al Comentario Evangélico de Teología Bíblica como otro comentario más a sumarse a la repisa digital, sino como una serie de volúmenes que son todo un nuevo orden en la categoría de comentarios, porque viene a aportar al estudio una dimensión adicional poco vista anteriormente en el mundo de los comentarios.
NOTA: El volumen de Gálatas no está incluido en esta colección, puede reservarlo aquí
Leave a Reply