El 6 de noviembre de 2022, durante el sermón dominical de John MacArthur en el primer servicio de Grace Community Church, varias personas se salieron de la iglesia. El motivo, la enseñanza expuesta de Efesios 5:22-23, donde leemos que la mujer debe estar bajo la sujeción de su marido, que el esposo es cabeza de la mujer. Así, tal cual enseña Pablo, tal cual lo expuso MacArthur. Bueno, así como se lee de claro Efesios 5:22-23, tal cual, es lo que motivó que varias personas desde diferentes lugares del recinto de la Grace, es decir, no un grupo homogéneo sino diferentes personas que no estaban de acuerdo entre sí, se levantaran y salieran porque no estuvieron de acuerdo con la verdad que enseña ese pasaje.
En el siguiente sermón, el del segundo servicio de ese mismo día, que es el que se transmite en vivo, John MacArthur comentó al finalizar lo que había sucedido durante el primer servicio. En su comentario mencionó una palabra que a mi parecer es clave en los probables motivos que pudieron haber hecho que tales personas sintieran desagrado con la enseñanza de Efesios 5:22-23 expuesta claramente por MacArthur, y la palabra es: cultura.
John MacArthur comentó en referencia a la salida de las personas durante el sermón que “es una muestra de cuán influenciados estamos (sí, aun los cristianos) por la cultura”, una que dice hoy y cada vez más fuertemente cosas tales como “empoderamiento de la mujer”, “no al patriarcado”, “la mujer tiene derechos sobre su cuerpo”, y demás argumentos que, desde una perspectiva primordialmente basada en el movimiento feminista, cobran cada día mayor fuerza.
Esto no es nada nuevo, los movimientos a favor de las mujeres tienen muchos años y han logrado grandes avances en pro de los derechos legales y humanos de la mujer en situaciones que antes eran verdaderamente opresivas. Sin embargo, los conceptos actuales sobre la posición de la mujer, que construyen una cultura donde la mujer debe estar por encima del varón (más allá que a la par), chocan con los preceptos bíblicos inamovibles de Efesios 5:22-23, que son los que precisamente exponía John MacArthur aquel domingo: el varón y la mujer juegan un papel específico delante de Dios dentro del matrimonio, que es, la sujeción de la mujer al marido y el marido como cabeza de la mujer. No hay medias tintas, es la verdad de la Palabra de Dios, aquí no hay cultura que valga, Dios lo dispuso así. De hecho, al final del verso 22 dice: «como al Señor»; esto es: no tiene que ver con si gusta o no, si va o no conforme a la cultura en boga, es de acuerdo con el Señor.
En este tenor ha sido por décadas la exposición de la Biblia de John MacArthur en diferentes temas que, se podría decir, van «en contra de la cultura imperante o de lo políticamente correcto», y que al escucharlos o leerlos a muchos (repito, también cristianos) causa incomodidad y rechazo. MacArthur ha sido claro y tácito en sus posiciones bíblicas en todo medio que ha tenido a su alcance, desde el púlpito, pasando por la literatura, en entrevistas por radio y televisión norteamericanas, en las sesiones de preguntas y respuestas en la Shepherds Conference o cualquier foro donde es invitado, en universidades y seminarios; en todos lados y durante años es un pastor-maestro que siempre ha mantenido su postura doctrinal consolidada y sin cambios, con una teología muy específica y clara por sobre la cultura; que la defiende, responde por ella y con ella cuando ha sido entrevistado y cuestionado en temas como feminismo, LGBTIQ+, aborto, suicidio, salvación e infierno, pecado y demás asuntos.
No, no me congrego en Grace Community Church; no, no soy estudiante de Master’s Seminary; no, no asisto a ninguna iglesia que provenga de la corriente Grace; es más, nunca he ido a la Shepherds Conference. Lo que sí, es que he escuchado y leído cuando me ha sido requerido o por placer, los libros y sermones de John MacArthur y no podemos negar que ha sido consistente durante toda su trayectoria con una posición doctrinal, con su afinidad teológica y siempre yendo contra la cultura imperante con la única arma posible y al alcance del creyente: la verdad de la Palabra de Dios.
Y eso, Palabra de Dios expuesta, es lo que la colección de 900 Sermones de John MacArthur (sin editar, tal cual fueron dichos en su momento) tiene para el ávido lector que busca argumentos más allá de la intelectualidad teológica o la vara apologética, sino el argumento proveniente de una celosa y amorosa exégesis y hermenéutica aplicadas para desatar la verdad de Dios un versículo a la vez, siempre por encima de todo argumento que la cultura quiera imponer.
La Palabra de Dios es suficiente, es segura, y los 900 Sermones de John MacArthur nos ayudan a estar atentos ante esta noche obscura que la cultura progresista está imponiendo sobre el mundo y con la que está cautivando a miles de creyentes que hoy ya no están conformes con la verdad extraída de la Biblia, porque va en contra de lo que las nuevas ideologías están enseñando, y por ello, dicen, la iglesia debería reconsiderar ciertas enseñanzas. Y sí, seguro una de estas quisieran que fuera Efesios 5:22-23.
Quiera Dios que estos 900 Sermones de John MacArthur ahora en español dentro de Logos, sirvan para nutrir la mente del creyente y lo fortalezcan y edifiquen para ir en contra de la cultura del siglo XXI.
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