Si entendiéramos con más plenitud lo magnifico de acto de oración, probablemente pasaríamos más tiempo orando. En muchas ocasiones tenemos la tendencia a estudiar la Biblia, realizar actos de servicio, participar en los ministerios de la iglesia, conferencias misioneras, y otras cosas. Sin embargo, parece que después de todas nuestras actividades, nuestras energías “se terminan” hasta el punto en que se vuelve difícil pasar un tiempo de comunión con Dios. Cuando nos damos cuenta de esta situación, pensamos que es un error pequeño, y nos justificamos de alguna manera. Podemos pensar que oramos para bendecir los alimentos, y eso ya se califica como oración. No obstante, ¿es esto una oración suficiente para afianzar nuestra comunión con Dios? ¿Qué es la oración?
Taylor y Michaels señalan algunas maneras en las que los grandes cristianos del pasado han pensado con respecto a la oración. Ellos dicen:
A lo largo de la historia, grandes hombres y mujeres han reflexionado en el significado de la oración, mirando las Escrituras y sus propias experiencias con Dios.
-
Los antiguos definían la oración como la escalación del corazón hacia Dios.—Martín Lutero
-
La oración es un manar sincero y cariñoso del alma a Dios, a través de Cristo con la fuerza y ayuda del Espíritu Santo, para tales cosas como Dios ha prometido.—John Bunyan
-
La oración es el contacto de un alma viva con Dios. En la oración, Dios se inclina para besar al hombre, para bendecirlo, y para ayudar en todo lo que Dios pueda concebir o el hombre pueda necesitar.—E. M. Bounds
-
La oración es un tiempo de revelación del alma a Dios.—E. Stanley Jones
-
La oración es el gimnasio del alma.—Samuel M. Zwemer
Es interesante notar que cuando los estudiosos de la Biblia hablan de la oración utilizan palabras con connotaciones temporales: escalar, revelar, manar, gimnasio. Cualquiera que alguna vez haya querido bajar de peso o obtener musculatura en un gimnasio, sabe que es un proceso gradual, es decir, toma tiempo. De la misma manera, la oración debiese ocupar más tiempo del que ocupa el bendecir los alimentos.
Por eso las eso las Escrituras nos enseñan que debemos “orar sin cesar” (1 Ts 5:17). Por tanto, busquemos tiempos de oración y de adoración, porque al final para eso es que fuimos hechos.
¡Hemos descontado un recurso especial y único para ti!
Te dará una visión general de la enseñanza bíblica acerca de la oración y la adoración que lleva a consideraciones prácticas para cultivar la intimidad con Cristo en cada aspecto de la vida, desde la oración personal y privada a la celebración colectiva.
La oracion es el dialogo para entablar una Amistad mas profunda de confianza con Dios.